Puentes, puerto y terminales, una propuesta arquitectónica.
Nos comunicamos y relacionamos unos a otros mediante nuestra física y mecánica, de manera natural con los sentidos, o artificialmente con lo que construimos. En los dos casos observamos que se construyen puentes, una metáfora de forma en las interrelaciones personales y territoriales.
Los puentes, son elementos arquitectónicos que surgen como una necesidad de cruzar y comunicarse físicamente con otro espacio, consta de una construcción de diversos materiales, algunos hechos de materiales naturales como las piedras o maderas, y otros de aleaciones transformadas como el hierro y el acero. Conforme este elemento fue adquiriendo mayores dimensiones de escala, este cobró otros fines que solo la comunicación intrapersonal y social, fue visto como un elemento de capacidades portantes para el intercambio comercial de bienes y servicios.
Asimismo, cuando este elemento cumple por fin en conectar su espacio de origen hasta el espacio deseado es que se formaliza en su llegada la tipología arquitectónica de "Puerto". Ahora bien, en la actualidad se suele dar referencia al puerto en el ambito marítimo y aéreo, sin embargo, esta tipología creo que no hubiese existido de no ser que se hayan construido previamente "puentes", que permitan el cruce sobre una ruta hecha por las personas y sus intereses.
Ahora bien, si los puentes son los elementos que se construyen y los puertos la tipología formal de llegada entre ellos, quedaría pendiente analizar las cargas transportadas, y como influyen en su desarrollo. Si los puentes comunican y los puertos materializan sus llegadas a otros espacios, son los "terminales" la otra tipología arquitectónica, además de territorial, que aparecen conforme los puertos se especializan y reconfiguran para distribuir de bienes y servicios a los sectores que lo necesitan.
Revisión arquitectónica de la política.
Empecé el ensayo partiendo del supuesto que entre las relaciones personales y sociales está la metáfora del puente como elemento de comunicación, para luego buscar explicar sobre las tipologías que devienen de ellas, puertos y terminales. Ahora bien, estos supuestos no podrían desligarse del hecho físico, el territorio, que soporta toda actividad humana y natural. Al respecto existe literatura sobre sus dimensiones, Geográfica, Geopolitica, Socio Económica, Ambiental, entre otras claramente delimitadas.
Sin embargo, la forma de aplicación de estas disciplinas en sus enfoques de gobernanza viven hoy días de conflicto ante la disyuntiva entre la primacía de lo económico frente a lo social y viceversa.
Si bien es cierto la coyuntura a reavivado dicho conflicto, el enfoque sigue siendo visto desde miradas sociales y economicas principalmente, olvidando que las dos tienen un mismo origen, el territorio, el hombre y su desarrollo. Además, resultaría una utopía imaginar un desarrollo que comprenda los mismo derechos a todos los seres vivos que habitan en nuestro planeta. Que, además de no ocurrir, queda claro que somos la especie dominante y a mi pesar no tenemos aun esa capacidad de respeto a otro ser vivo, sea cual fuese su origen de vida. Por ello, resulta importante identificar claramente nuestra posición como sociedad en el territorio, poner limites a la ocupación física, no depredar sino delimitar, generar un desarrollo eficiente sin abusar del medio ambiente. Por tanto propongo redirigir la mirada del enfoque del desarrollo, de uno social-económico que tanta diferencias expone, a uno que precisamente sea el soporte de estas dos, es decir el medio ambiente, para luego re enfocar lo social-económico.
El espacio territorial
El medio ambiente de por si es natural, sin embargo nuestro devenir creó una división en ella, el medio ambiente artificial o edificado. En este ultimo, lo rural la ciudad son campos que de una u otra manera han sido acondicionados paulatinamente por el hombre y su trabajo. Ese contacto fisico, que dió al campesino la escala de su trabajo y forma de vida, luego sería transmitida al ciudadano en una diferente escala y, en muchos casos de ciudades, sin el contacto de los efectos de su modo de trabajo y vida. Es precisamente es esta conciencia espacial la cual creo resulta necesario recordar, no perder la escala de la forma de vida, el espacio vital y lo necesario para ello.
Por ello, recordando lo que fue claro en inicios, ahora creo debe ponerse al centro del desarrollo a la dimensión ambiental, partiendo que esta no tiene que ser politizada, y dejaría el análisis de la geopolitica por ahora, porque precisamente es donde recae en su conflicto y división. Esta dimensión sería el soporte de las otras dos igual de importantes, la económica y social, con ello garantizaríamos un desarrollo viable y vivíble respectivamente. La comunicación como acto en si, no puede no se puede desarrollarse si no tiene medios como hacerlo, es decir, suelo firme.
Ahora, la pregunta sería, como?. Si bien es cierto los planes nacionales suelen ser abordados desde la productividad, trabajo, educación, salud, vivienda y medio ambiente, este ultimo suele estar enfocado solamente en el medio ambiente natural. Empecemos por ahí, cambiando la perspectiva sobre esta ultima dimensión para hacerla el eje del desarrollo, de mas indicar que el ordenamiento territorial debiera de ser su principal instrumento, que no solo se enfoque en lo natural sino también en lo artificial, es decir las ciudades y lo rural. Esta medida movería sustancialmente todo, por cuanto cuantificaría y calificaría lo viable y lo vivible en todo el territorio.
Asimismo, partiendo del hecho que la tierra es finita, el territorio también los tiene, o por lo menos el suelo. Por ello, estructurar los limites de ocupación son el desafío. Fácil sería hablar de espacios para la productividad sin percatarse que se pudiera estar depredando, lo que ocacionaría una des economía en el ecosistema frágil. Este desafío necesitaría de varias visiones de desarrollo, y cabría recordar que en el territorio sin comunicación no hay conectividad, es decir, capacidad de conectarse.
Visión territorial.
Nos comunicamos y relacionamos, y ahora no estoy describiendo a las personas y sus capacidades sino a las ciudades, que también tendrían esta capacidad, que al igual que ellas, necesitan unas de otras para seguir desarrolandose.
Esta premisa, permitiría identificar las capacidades de los elementos que se construyen y desarrollan las ciudades, elementos que según creo deben formar parte de los diagnósticos en los planes de ordenamiento territorial, me refiero a los puentes, como concepto base para los análisis, y los puertos y terminales, como las tipologías de espacios para medir su eficacia. Estas, que existen en la actualidad y sin embargo no tienen una forma clara para ser plenamente identificados e intervenidos urbanísticamente. Esta falta de definición e identificación nos esta llevando a un desarrollo desordenado e inconciente de los alcances posibles. Creo por tanto que estos equipamientos, puertos y terminales, deben ser revisados con un paradigma de desarrollo ambiental, donde se haga énfasis la arquitectura de los puentes, y sean estos elementos territoriales los que conecten plenamente lo fisico como lo virtual, sin ese conocimiento en los niveles gobernanza no se podrá ordenar el suelo para sus tipologías resultantes, los puertos y terminales, estos que serían los símbolos del movimiento y desarrollo para los territorios.
Para terminar, en estas lineas he expuesto dos medidas que según creo deben ser consideradas para revisar el modelo de desarrollo territorial, donde propongo re direccionar la mirada del paradigma humanista, sin limites conocidos, sino a uno que sea ambientalista y sobre todo territorial, más consciente con el suelo que ocupa, que es finito. Esta primera medida, tendría que ser revisada por cuanto quedaría por aclarar muchas interrogantes sobre los suelos pasibles a desarrollos de infraestructuras de una escala mínimamente metropolitanas, y los consensos sobre los limites de usos de otros suelos para su abastecimiento. En el mismo orden, como segunda medida, la construcción de puentes, físicos o virtuales, que comuniquen y conecten a estas metrópolis, con paradigmas ambientales, entre sus puertos y terminales claramente definidos, además de ser los soportes de la interrelación entre ellas. Todo esto requerirá también de una escala metropolitana con proyección en una cantidad importante de años, si serán las llegadas y salidas de ellas, no merecerían menos.
Y si nos situamos en el plano actual, que hacer el día de hoy?. Como primer medida arquitectónica, sería identificar y re categorizar los puertos y terminales que tengamos, de todo tipo y sector, educación, salud, deporte, vivienda, comercio e industria. Intervenir en su contexto mediante el diseño urbano a una escala mínimamente distrital, así ofrecerles mejores caminos para la comunicación y conectividad.
Sebastian Najarro, Lima, 04 de Junio de 2021.
Comentarios
Publicar un comentario